2 Ezequías restableció las clases de los sacerdotes y de los levitas,
cada uno en su sección, según su servicio, ya fuera sacerdote, ya levita, ya
se tratara de holocaustos y sacrificios de comunión, ya de servicio litúrgico,
acción de gracias o himnos, en las puertas del campamento de Yahveh.
3 Destinó el rey una parte de su hacienda para los holocaustos,
holocaustos de la mañana y de la tarde y holocaustos de los sábados, de los
novilunios y de las solemnidades, según lo escrito en la Ley de Yahveh.
4 Mandó al pueblo que habitaba en Jerusalén que entregase la parte de
los sacerdotes y levitas a fin de que pudiesen perseverar en la Ley
de
Yahveh.
5 Cuando se divulgó esta disposición, los israelitas trajeron
en
abundancia las primicias del trigo, del vino, del aceite y de la
miel y de
todos los productos del campo; presentaron igualmente el diezmo de todo
en abundancia.
6 Los hijos de Israel y de Judá que habitaban en las ciudades de Judá
trajeron también el diezmo del ganado mayor y menor y el diezmo de las
cosas sagradas consagradas a Yahveh, su Dios, y lo distribuyeron por
montones.